«¿Qué buen momento de tu vida volverías a repetir?»
Risotto de butifarra con anacardos y queso pecorino
Italia es uno de esos paises que nunca defraudan, y su forma de cocinar tampoco. Si te gusta la belleza, la historia, el arte, la arquitectura, el placer de la comida, la moda o simplemente estar rodeado de gente simpática, ese es tu país. Su idioma es además, uno de los más líricos y melódicos, tiene infinidad de rincones románticos en cada ciudad para recorrerlos, solo en busca de aventura o en compañía. Le ocurre como a España siempre te deja un buen sabor de boca vayas a la parte de Italia que vayas, ya sea por su variedad gastronómica o por su variedad cultural . El norte, el sur, las islas o las costas mediterránea y adriática son generosas a la hora de impresionar al visitante.
Pese a tener una cocina mundialmente conocida y aparentemente tan explotada, sorprende considerablemente las tantas y distintas formas que tienen de expresarse con la gastronomía. ¿Habéis probado alguna vez una lasagna hecha con albóndigas?, ¿no?…y ¿las pizzetas? ¿tampoco?. Bueno, lo dejaremos para otro día, hoy iremos a por un risotto, que me trae ese sabor tan característico de los quesos italianos.
Acababa de hacerme con una cacerola de la marca francesa «Le Creuset», y estaba loca por estrenarla. Eso unido al magnífico libro «La cuchara de plata» de cocina italiana que los Reyes Magos me habían traído la Navidad anterior, hicieron que ese domingo me decidiera a «inventar» esta receta que une la técnica italiana del risotto con unos ingredientes que, aunque puedan parecer extraños, congenian a las mil maravillas. No hay que tener miedo a inventar y probar algún ingrediente nuevo que os guste. A veces la elección no será la mejor, pero otras os sorprenderéis creando mezclas inverosímiles y deliciosas. Seguro que esta receta os sorprende por cómo quedan los sabores.
Lo más importante a la hora de hacer un risotto es el arroz. Son arroces con alto contenido en amilasa, lo que hace que parte del almidón se deshaga y le de al arroz ese toque cremoso tan característico del risotto, así que os recomiendo que busquéis uno arborio o carnaroli. Los podéis encontrar en El Corte Inglés y en otras grandes superficies.
- Nivel de dificultad: Intermedio
- Para 4 personas
- Tiempo de preparación: 40 min.
Ingredientes
- Un cuarto de vaso de aceite de oliva, un poco de perejil fresco, un poco de pimienta negra recién molida y sal. 0,50 €
- 50 grs de mantequilla 0,26 €
- 400 grs de arroz carnaroli o arborio (son los dos tipos de arroz especial para risotto) 2,39 €. Lo podéis adquirir en El Corte Inglés
- 100 grs de anacardos troceados 0,75 €
- 2 o 3 cebolletas frescas muy picadas 0,75 €
- 150 grs de queso pecorino (queso de oveja italiano) 2,25 €
- 60 grs de queso parmesano reggiano rallado 1,69 €
- 1 butifarra fresca (1,50 €) o 6 salchichas frescas blancas (1,50 €) o 3 chorizos criollos (1,80 €) picados sin tripas. El chorizo criollo le da más sabor pero si a alguien no le gusta puede hacer la receta con salchichas frescas blancas o con butifarra fresca.
- 1’5 litros de caldo de pollo caliente 2,40 €
- 4 lonchas de jamón serrano 1,17 €
- 1 vaso de vino blanco o rosado 0,28 €
Total: 14,24 € a dividir entre cuatro, 3,56 €/persona. Genial de precio ¿eh?
Utensilios
- Cacerola grande y una sartén
- Horno
- Microondas
- Vitrocerámica o cocina de gas
- Cuchara de madera, tablas de cortar, un cuchillo afilado, recipientes varios, etc.
Maridaje
Para este plato me quedaría con algún Rosado de D. O. Navarra como por ejemplo, de bodegas Julian Chivite, Gran Feudo Rosado Sobre Lías 2010. Es joven y afrutado, muy apropiado para el arroz. Las variedades de uva de este vino son tempranillo, garnacha y merlot. Su precio no es muy exagerado, unos 6,70 €
Preparación
1. Con ayuda de un cuchillo afilado, quitar las tripas a los chorizos criollos, salchichas o la butifarra, y trocearla.
2. En una sartén, freír los chorizos hasta que estén bien hechos. Una vez listos, escurrir bien el aceite y reservar en un plato.
3. En una cacerola poner el aceite y la mantequilla y calentar a fuego medio. Una vez esté caliente añadir la cebolleta picada muy fina. Rehogar hasta que la cebolleta esté blanda.
4. Añadir el arroz y dar unas vueltas hasta que el arroz se ponga casi transparente. Añadir entonces los anacardos picados. Hay que tener en cuenta que al hacer el risotto, al contrario que por ejemplo los arroces en paella, no podemos parar de mover con la cuchara de madera, ya que de otro modo, el arroz no soltará todo el almidón que necesitamos para que quede cremoso.
5. Añadir el vaso de vino y rehogar hasta que el alcohol se haya evaporado (un par de minutos aproximadamente).
6. Comenzar entonces a añadir el caldo con ayuda de un cazo. Hay que añadir el caldo poco a poco: se añade un cazo de caldo caliente, y se mueve con la cuchara de palo hasta que el caldo se haya consumido. Entonces añadimos otro cazo de caldo, y así hasta que hayamos añadido casi todo el caldo. Lo normal será que para que el arroz alcance su punto óptimo haya que añadirlo todo, pero hay que ir probándolo, porque dependerá de la dureza del grano del arroz, y es posible que nos sobre o que nos falte un poco. En ese caso, añadimos lo que falte con agua.
7. Cuando nos queden unos 2 cazos por añadir, se añade el chorizo criollo y el queso rallado, y se mueve para mezclarlo bien. Se apaga el fuego, se añaden los dos cazos de caldo restantes y se tapa. Se deja reposar unos 5 minutos. A mi personalmente me gusta que ese reposo lo haga dentro del horno a unos 180ºC , pero para eso necesitáis una cacerola que se pueda meter en el horno. Si no la tenéis no os preocupéis porque con el reposo tapado, el arroz sale igual de bueno.
8. Mientras el arroz reposa, hacemos los chips de jamón serrano en el microondas.
9. Tras haber reposado 5 minutos al menos, servir el arroz con una chip de jamón encima y decorad con un poco de perejil fresco. Buon appetito!
Fantástica receta, Lola, la probaré un día de éstos sin falta.
Yo para el risotto suelo sofreir la cebolleta o chalota con un poco de apio, me gusta el aroma que deja.
En los quesos para mantecar voy variando e incluso combinando: parmesano, pecorino, taleggio… aunque el más especial es el robiola. También suelo añadir un poco de mantequilla al final, pero sin pasarse.
Muchas gracias Coco!. Tomo nota del apio. Lo pruebo en el próximo. Seguimos en contacto